Tener una necesidad puntual de dinero no es nada extraño. Puede resultar necesario para hacer una reforma, arreglar el coche, pagar una boda, etc. Dado que muchas veces no se tiene disponible la cantidad líquida que hace falta, es entonces cuando hay que buscar alternativas de financiación, siendo una de las más recomendables los
préstamos online.
¿Qué es un préstamo a plazos?
A los préstamos a plazos pueden acceder particulares, profesionales que trabajan por su cuenta y también empresas. Gracias a ellos se obtiene el
capital necesario para realizar algún tipo de acción u operación.
A cambio, el prestatario (quien ha recibido el dinero) se compromete a
devolverlo en el tiempo y la forma pactados. En estos casos lo normal es pagar todos los meses una
cuota fija que incluye tanto una parte de intereses como una parte del capital principal.
En la estructura del préstamo están tanto el capital o principal como los intereses. Son estos últimos los que influyen en que esta operación de financiación salga más barata o más cara. Lo bueno es que en ese producto los
intereses suelen ser fijos durante todo el período de amortización, así que el interesado puede saber cuánto pagará realmente por el préstamo solicitado desde el primer momento.
Ventajas de los préstamos a plazos
Su principal ventaja es que los
requisitos de acceso a la financiación
no suelen ser demasiado exigentes. En líneas generales, cualquier persona que tenga una fuente fija de ingresos y no tenga demasiadas deudas pendientes puede celebrar un contrato de préstamo y devolver luego el dinero a plazos.
La gestión de este producto no es complicada. Es la
entidad financiera la que se encarga de todo, de modo que el prestatario solo tiene que preocuparse de presentar la documentación que se le solicita y firmar el contrato cuando esté listo.
Otro de sus grandes beneficios es que a través de este tipo de préstamos se puede
acceder a pequeñas cantidades de dinero que pueden ser muy necesarias en el día a día o que incluso se pueden gastar en algún pequeño capricho, como hacer un viaje.
Al tener unos intereses fijos, el prestatario puede hacer cuentas y
saber exactamente cuánto va a pagar por el préstamo que ha solicitado. Este le permite comparar rápidamente diferentes opciones de financiación y asegurarse de que, efectivamente, va a poder devolver el dinero.
También el pago mes a mes y el hecho de que sea una cuota fija facilitan las cosas. Es un sistema que facilita al prestatario organizar su economía familiar para asegurarse de hacer a tiempo el pago de la cuota mensual.
A todo ello hay que añadirle que las nuevas tecnologías permiten que el acceso a esta financiación sea todavía más fácil y rápido, ya que muchos préstamos a plazos son ahora también préstamos online.
Solicitar préstamos a plazos online
Las entidades de financiación han encontrado en Internet el mejor escenario para encontrar a posibles clientes, consumidores que necesitan endeudarse para satisfacer alguna de sus necesidades y no quieren pasar por el complejo proceso de negociación con un banco.
Los préstamos online se posicionan así como una forma de financiación alternativa que puede ser una
buena opción cuando no se necesitan cantidades muy grandes y se quiere ahorrar tiempo.
Una vez que el usuario ha encontrado la web de la entidad financiera con la que quiere contratar el producto, puede hacerlo todo desde la propia página. En apenas unos minutos sabrá si tiene acceso al dinero que necesita y, en caso de ser así, formalizará el contrato y recibirá el dinero.
Lo normal es que este tipo de préstamos a plazos estén
limitados en cuanto a su cantidad. Además, si es la primera vez que el cliente trabaja con esa entidad financiera, no es extraño que se le dé acceso a una cantidad menor que el límite establecido para los clientes antiguos.
En cualquier caso, el posible cliente debe seleccionar la cantidad que le hace falta y el plazo en el que quiere devolverla. Inmediatamente el sistema le mostrará el importe de la cuota que deberá abonar mes a mes.
Si se decide seguir con la operación, hay que presentar entonces una serie de
documentos para hacer la evaluación de riesgos y elaborar el contrato. Lo normal es que se solicite una copia del DNI o NIE, un número de cuenta corriente en el que se depositará el dinero y se cargarán los pagos y también documentos que acrediten que esa persona tiene unos ingresos regulares (puede ser una nómina, una prestación por desempleo, una pensión, etc.).
El sistema analizará la información aportada y en unos instantes dará
respuesta al interesado para que este sepa si se le concede o no la financiación. En caso de ser así, se elabora y se firma el contrato.
En un plazo de 24 a 48 horas el prestatario recibe en su cuenta corriente el dinero que ha solicitado. No obstante, algunas entidades permiten recoger el dinero de forma casi instantánea en un cajero automático.
Una buena opción de financiación si se usa con cabeza
Los préstamos a plazos pueden ser una muy buena alternativa de financiación, puesto que permiten tener acceso a pequeñas cantidades de dinero justo cuando estas hacen falta.
Es cierto que la gestión online simplifica mucho el proceso y lo hace muy rápido, pero siempre es aconsejable que antes de comprometerse a nada el interesado revise bien todas las condiciones de contratación. Es fundamental conocer antes de firmar cuestiones importantes como los intereses de demora que se aplicarán en caso de que haya un retraso en el pago de alguna cuota.
No hay que perder de vista que estos préstamos están pensados para obtener una financiación puntual. No pueden ser un producto al que se acuda siempre que surja la más mínima necesidad financiera, puesto que esto podría dar lugar a un sobreendeudamiento del que se pueden derivar consecuencias muy negativas si se deja de tener solvencia para pagar.
Por tanto, pedir préstamos online tiene muchas ventajas, pero siempre hay que acudir a esta fuente de financiación con moderación y precaución.
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